Una comedia familiar
Una familia numerosa (Delivery Man, 2013) es una remake del film canadiense Starbuck (2011) dirigido también por Ken Scott y co escrito por Martin Petit, que cumple a rajatabla con el sistema de géneros de modo que no resiste ningún análisis formal, sino que apela a la emoción y gracia que pueda provocar. Y lo consigue, siendo un producto efectivo en su propuesta.
La desopilante historia, también desarrollada en la serie argentina El donante, cuenta la odisea de David Wozniak (Vince Vaughn) un fracasado repartidor de carne errático por sus actitudes irresponsables en todos los órdenes de la vida. Un buen día recibe la feliz noticia de ser padre de 533 adolescentes, de los cuales 142 quieren conocerlo. La explicación: donó esperma bajo el nombre de Starbucks en su adolescencia en casi 700 oportunidades.
Una familia numerosa sigue la estructura de la comedia familiar: un mal padre que debe restablecer la relación con sus hijos. Línea argumental que ya vimos en Papá por siempre (Mrs. Doubtfire, 1993) o Los pingüinos de papá (Mr. Popper's Penguins, 2011), por mencionar sólo algunas. Pero como todo producto genérico necesita tener una idea original que la distinga de las demás películas aunque siga desarrollando el mismo relato. De ahí la cuestión de las consecuencias del banco de esperma.
Otro gran acierto de la película que sigue en relación al cine clásico genérico, es el Star System, en este caso bien aprovechado con la figura de Vince Vaughn. El actor hace de su estereotipo antes de interpretar un personaje novedoso. Y la película parte de la base de un personaje incorrecto política y socialmente, irresponsable como tantos otros personajes de Vaughn (Los Rompebodas, Aprendices fuera de línea). Pero lo hace para redimirlo, para humanizarlo, porque no estamos frente a un film insolente sino ante una comedia familiar.
Una comedia que roza el melodrama, al traer funciones propias de su género: la idea de restablecer el orden familiar se menciona en varias ocasiones, al igual que los conceptos de “normalidad” y “anormalidad”. David buscará tomar por primera vez una decisión correcta en su vida, frase que repite hasta el cansancio, para reencaminarse social y familiarmente.
Cuestiones que importan dentro de la fantasía del relato. Como buen cine clásico de género que es, Una familia numerosa no buscará jamás ningún tipo de realismo, sino de apelar a la fantasía del buen padre. Eso hace que ciertas situaciones se resuelvan casi mágicamente y sin ningún tipo de explicación creíble. No importa, lo fundamental aquí es trasmitir emociones y si el espectador se siente satisfecho, el entretenimiento es real.