Vamos a ser claros, "Una familia numerosa" tiene todos los elementos necesarios para ser, por lo menos, una comedia entretenida. Un actor de probada eficacia en el género, actores secundarios ídem, una premisa bastante original aunque algo disparatada, y hasta el antecedente de estar basada en otra película (con la cual comparte equipo detrás de cámara) que ganó premios como mejor guión. Sin embargo algo se pierde en el medio, el conjunto de esos aportes toma otro rumbo y se entra en un mar de indefiniciones.
Basada en el film canadiense "Starbuck" de 2011 dirigida por el mismo director de esta, Ken scott (con más experiencia en guiones sobresalientes como "La Gran Seducción"). El protagonista es David (Vince Vaughn) el típico eterno adolescente que no sabe muy bien cuál es el camino al que conduce su vida y poco le importa. Repartidor de carnes, en su juventud fue un donante de esperma; y por un error, en la clínica aquella vez le dieron su muestra a todas las clientas del lugar.
El resultado toca a su puerta cuando un hombre le anuncia que es padre de 533 hijos y varios de ellos, 142 para ser exactos quieren conocerlo; además espera otro hijo de modo “natural”.
Pasada la sorpresa, la ira, y todos los estados que permitan a Vaughn hacer unas muecas aparentemente graciosas y subir su tono de voz a límites entre el grave y el agudo; David decide, con los perfiles de sus hijos en mano, ir a conocer a cada uno de ellos; y así emprende un camino al autoconocimiento.
El principal inconveniente de Una familia numerosa es su permanente intermitencia. A diferencia de la original canadiense más inclinada a un tono desprejuiciado con tonos dramáticos, aquí se pretende utilizar el film como un vehículo para otro protagónico del actor de Los rompebodas. Así, constantemente hay un debate entre el gag y la comedia rápida y ligera, y el drama aleccionador que no se priva de algún golpe bajo.
Chris Pratt (a quien dentro de muy poco veremos en la nominada Ella) y Cobie Smulders ("How I Met Your Mother") secundan de manera acorde a Vaughn, intentan agregarle algo de gracia y simpatía; pero el guión constantemente los va desplazando a favor de la veta más autocomplaciente del film hasta llegar a un final que no cuadra del todo bien.
Vince Vaughn tiene momentos alegres, alguno disparatado, y hasta puede parecer gracioso en ciertos tramos, pero falla cuando tiene que hacer que su personaje empiece a sentar cabeza; cuesta encontrarle un término medio, una transición, que en definitiva es lo que propone el film.
Hollywood suele hacer remakes de películas extranjeras para adaptarlas no sólo a su idioma sino a su idiosincrasia. Algo de eso hay en "Una familia numerosa", y es su principal falencia, intentar crear una típica comedia norteamericana en medio de un drama aleccionador que les resulta completamente ajeno.