Valioso relato sobre la discriminación
La actriz y cantante transexual cimentó su prestigio internacional gracias a esta película.
Santiago de Chile. Mariela tiene una linda relación con un señor mayor, que prefiere estar con ella y no con su familia. Pero esa vida placentera se destroza en una sola noche. Aneurisma, le explican. Y empieza el drama. Primero con los médicos y la policía, que sospechan algo y la humillan. Enseguida, con los parientes del difunto, que la aborrecen y la hostigan como si fuera un bicho. Es que Mariela no solo es "la otra". Hay "algo peor". Es transexual.
Ese detalle contribuye a la actual fama de la película en el mundo, pero el drama que cuenta es más amplio. Describe el vacío enorme que siente una persona cuando pierde al ser amado. Y la angustia y la rabia que le vienen, cuando por alguna mezquina razón le impiden despedirse. Cuando la basurean. Y la fuerza que esa persona saca de sí misma para resistir tanta tristeza y tanta ofensa. Eso es lo más valioso. Cómo hace alguien de cualquier raza, o condición social, o elección política o sexual, para sobreponerse. Y para imponerse, en cierto sentido.
A veces la película peca de irregular, de esquemática, o reiterativa. Se le pueden criticar algunos recursos expresivos, quizá prescindibles. Pero igual engancha. Maneja con sobriedad un tema grave, tiene como mínimo una secuencia notable (a propósito de un llavero) y como máximo una actriz excepcional, la cantante trans Daniela Vega, ya vista en "La visita", sobre un chico que vuelve al pueblo convertido en chica.