EL DUELO.
Nunca fue una sombra
de cualquier planta
más querida y más encantadora,
ni más dulce.
Ombra Mai Fu, George Frideric Händel
Los premios son tan claramente arbitrarios y subjetivos que muchas veces uno se pregunta para que existen. Sin duda premiar una película es destacarla, más allá del gusto de cada persona que elige premiarla. No se estrena mucho cine chileno en Argentina aun siendo un país limítrofe. Entonces los premios internacionales y una nominación al Oscar a mejor película extranjera permiten que llegue a las salas de nuestro país. Lo más importante de todo es que se trata de una gran película y que un estreno en cine siempre es una puerta a que luego llame más la atención en los demás formatos que el espectador pueda verla.
Una mujer fantástica empieza contando la historia de Marina (Daniela Vega) una joven camarera aspirante a cantante y Orlando (Francisco Reyes), un hombre veinte años mayor. Están enamorados y planifican un futuro juntos. Pero una noche el sufre un ataque y muere en el hospital al que ella lo lleva de emergencia. La muerte del hombre que amaba es el comienzo de un derrotero para Marina. Por ser una mujer transexual en el hospital es vista de mala manera, como una sospechosa, incluso termina siendo investigada por la policía. Los familiares de él le piden que deje el departamento, el auto y que por favor no se acerque a la iglesia donde hacen la ceremonia velatoria.
Aunque la relación entre ella y Orlando no estaba oculta, tampoco estaba del todo blanqueada, lo que deja a Marina en una situación vulnerable, además de sufrir la pena de amor de perder a su pareja. Desde el paternalismo amable de algunas personas, a la amenaza real y concretada de violencia física, Marina enfrentará un mundo hostil y prejuicioso. La película con su propia existencia y la de su actriz responde a esto. Ella es una camarera que además es cantante lírica y está lejos del universo sórdido al que han sido marginadas las personas transgénero. Marina y este film son un arma contundente y definitiva para vencer todos los prejuicios que hay en la sociedad.
Una mujer fantástica es una historia de amor, de coraje, de tenacidad. Lejos de ser un film de quiebre, la película tiene una heroína absolutamente convencional, con la que fácilmente cualquier espectador se puede identificar. Cualquier espectador deseará, como ocurre con el cine clásico, que la protagonista salga victoriosa de su lucha. Obviamente Daniela Vega realiza una actuación acorde a la ambición de la película y de su carisma depende gran parte del resultado final.