La mujer de mis sueños y pesadillas
"Uno no termina nunca de conocer a quien tiene al lado" dispara uno de los abatidos hombres que se encuentran reunidos en torno al féretro de una desconocida. La ópera prima de Pablo Buca fue filmada en Bolívar y presentada en la última edición del Festival Pantalla Pinamar y en la edición 26 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Una mujer sucede transcurre en una noche tormentosa que une a tres hombres (Eduardo Blanco, Alejandro Awada y Oscar Alegre) en el velatorio de una mujer (Viviana Saccone) a la que creen conocer. Con el correr de las horas, estos personajes irán revelando la identidad de la fallecida a través de historias personales en las que el drama dice presente.
La película no escapa a su estructura teatral, pero recurre al "flashback" para presentar los relatos de cada uno de los personajes y sus vivencias con la mujer (Saccone encarna tres personajes, desde una seductora a una mujer madura con convicción) que cambió sus vidas para siempre.
A través de buenos diálogos y una atmósfera que se permite algunos toques de humor negro (ellos juegan a las cartas sobre el cajón de la difunta), la trama evidencia también su costado misterioso y nostálgico. Los tres protagonistas tienen su lucimiento:
Blanco es Fernández, un escritor que recuerda a Laura, la mujer que lo entrevistó tiempo atrás en una bilblioteca y con quien se involucró en un extraño juego sexual; Awada es Santos y cuenta su relación con Sofía, una ex-amante y esposa de su íntimo amigo y, finalmente, Alegre (en un primer y merecido rol protagónico) es Villalba, el empleado municipal que fue chofer y conocio a Rosita, una mujer a punto de quedarse ciega.
Una recomendable propuesta con tres miradas diferentes y la mujer que alguna vez les perteneció pero que nunca volvieron a ver.