Una Noche en el Museo 3 actúa como cierre de una trilogía, una a la que uno nunca le prestó mucha atención pero que siempre aparecía ahí cuando menos se la esperaba. El gran éxito que comenzó en 2006 y continuó en 2009 llega a su fin en un último viaje, esta vez hacia tierras londinenses, donde los personajes de siempre y nuevas adiciones viven su cruzada final.
Si algo tengo que destacar y sacarme el sombrero ante el director Shawn Levy y su elenco, es que incluso con la barrera del idioma - la película fue presentada la función de prensa en su versión doblada al castellano - la película es tremendamente disfrutable porque las bromas transcienden del inglés al castellano. Pensé que Ben Stiller había caído en un sopor interminable, pero todavía puede exprimirle jugo a su cuidador Larry, e incluso se da el lujo de interpretar a un doble cavernícola que sacará la mayor parte de las risas de la platea. El resto del elenco ya viene aceitado desde hace dos entregas y no ofrece nada nuevo bajo el sol, aunque es triste ver por última vez al gran Robin Williams como el presidente Roosevelt.
Dentro de las nuevas adquisiciones a la plantilla, Rebel Wilson sigue robándose escenas como la disparatada guardia del Museo Británico, mientras que la revelación viene en forma del Lancelot de Dan Stevens. Stevens ya probó las mieles de la comedia en la interesante mazcla entre comedia de acción y terror The Guest, y acá destaca mucho como el Caballero de la Mesa Redonda que entrecocha bastante con el grupo americano, e incluso da lugar a un cameo bastante guardado que resulta uno de los puntos álgidos del film.
Por otro lado, la historia secundaria de padre e hijo entre Larry y su hijo Nick - Skyler Gisondo - acerca de tomarse un año libre entre los estudios secundarios y los universitarios no encaja mucho con el encuadre general de la película, y sólo genera distracción de las escenas de persecución y aventuras dentro - y fuera - de los museos. La cantidad de nuevos artilugios y obras de arte que cobran vida ayudan mucho a distraer la mente de dicha historia, pero cada vez que la trama vuelve a ese tema, la trama pierde fuelle.
La saga no habrá tenido mucha trascendencia ni pasará a los anales del cine, pero Una Noche en el Museo 3 concluye un viaje mágico con gracia y soltura, robando unas últimas sonrisas a la platea antes de cerrar las puertas del museo ¿para siempre?