"Una noche para sobrevivir": una meta dificil para Liam Neeson y el espectador
En junio Liam Neeson cumple 63 años. Y vaya uno a saber por qué, en el último lustro Hollywood lo posicionó como un héroe de acción. No vamos a empezar a enumerar los films, pero últimamente se han estrenado varios y todos tienen ese tufillo a "parecidos". Es decir, si uno fuera al videoclub en unos meses, sólo viendo las carátulas sería difícil discenir si la vio o no. "Una Noche para Sobrevivir"lo trae nuevamente como protagonista de una de estos productos de acción y, aunque está rodeado de varios actores de renombre, eso no salva a este film de la mediocridad absoluta.
Décadas atrás Jimmy Conlon (Liam Neeson) era el más letal y peligroso asesino a sueldo que podía haber. Ahora sólo es una sombra de ese hombre que existió: es borracho, todos se ríen de él, y no tiene contacto con su familia. Está pagando en vida por los pecados que cometió, ya que pudo zafar de la justicia del hombre pero no así de la Divina. El único que le tiende una mano es Shawn Maguire (Ed Harris), su amigo de la infancia y jefe de la organización para la cual trabajó. Danny (Boyd Holbrook), el hijo de Shawn, comete un grave error en una negociación y lo resuelve asesinando a dos criminales bastante pesados. De todo esto es testigo Mike (Joel Kinnaman), el hijo de Jimmy, quien automáticamente se es perseguido por Danny para matarlo y que no hable. Para proteger a su hijo, Jimmy mata a Danny, y ahora toda la mafia y la policía corrupta de la ciudad irán tras sus pasos. Tienen toda una noche para tratar de solucionar las cosas, y el ex asesino tendrá la oportunidad de elegir entre su antigua familia mafiosa o su familia verdadera, a la que abandonó hace tiempo.
El español Jaume Collet-Serra vuelve por tercera vez a trabajar con Liam Neeson, tras "Desconocido" y "Non-Stop: Sin Escalas". Se nota ambos se conocen mucho: el realizador sabe qué sacarle a Neeson y cuáles son sus puntos fuertes.
El actor conoce a la perfección cómo hacer de tipo duro y la actuación que necesita brindar. Pero lamentablemente el filme es muy descuidado. Por nombrar un par de cosas: tiene un problema de continuidad importante, algo que en los tiempos que corren no puede ocurrir. Hay una escena de persecución de autos en la que vemos cómo se golpean entre ellos y, a la escena siguiente, aparecen sin un rasguño. O que la historia se venda cómo que transcurre durante la Navidad pero las tomas en la ciudad no muestran decoraciones alegóricas.
Neeson, Harris, Kinnaman, Vincent D'Onofrio, Bruce McGill, Nick Nolte (en un papel que quedó tan chiquito después de la edición que ni siquiera está en los créditos), Génesis Rodríguez (sí, la hija del Puma); el casting es impresionante pero tanta calidad actoral está desperdiciada en un guión más preocupado por mostrarnos más acción que inteligencia. El problema es que la película es totalmente previsible y podemos anticipar cada escena que va a ocurrir 20 minutos. No hay giros, sorpresas, nada.
¿No tuvimos demasiados largometrajes de despiadados y crueles asesinos con conciencia arrepentidos de sus acciones? Los realizadores parecen pensar que no. Para que quede claro: ¿quieren hacer una película de violencia y acción desmedidas? Tomen el ejemplo de "Sin Control" y pongan manos a la obra sin remordimientos. Eso es mucho más honesto.
Liam Neeson tiene que sobrevivir toda la noche y el espectador casi dos horas de película. Es complicado decir quién la tiene más difícil.