Una novia de Shangai
Acá había una historia que en manos de un director más hábil o más experimentado, bien podría haber sido uno de los filmes más interesantes en tanto que ya sus escenarios, exóticos para el público, potenciarían la propuesta.
Pero justamente a “Una novia de Shangai”, de Mauro Andrizzi, termina por quedarse más interesada en “extranjerizar” su relato y detenerse en los detalles exóticos, que en potenciar su idea disparadora de dos ladrones de medio pelo que deciden ayudar a un “fantasma” a recuperar, para poder cumplir con una vieja tradición, el cuerpo de su también muerta mujer para así descansar en paz por la eternidad.
En el arranque los ladrones en acción atrapa, pero a medida que la historia va buscando en el equívoco empatizar con la narración, nada hace que la propuesta termine siendo atractiva, ya que se va diluyendo.