El gran engaño
El Jim Carrey “serio” vuelve a las andadas en la historia real de Steven Russell, un estafador gay que supo hacerse rico con el mismo ímpetu que puso su vida en riesgo al enamorarse de Philiph Morris (Ewan McGregor, en una de sus mejores interpretaciones hasta el momento). A medio camino entre la comedia y el drama se estrena con el nefasto título argentino Una pareja despareja (I love you Philiph Morris, 2009).
Jim interpreta a un estafador de poca monta que supo aprovechar cada una de sus situaciones para convertirse en millonario. Su motor: el amor desenfrenado que siente por Philiph Morris, aquel por quien sería capaz de cualquier cosa. Pero Jim va demasiado lejos en su afán por tenerlo todo, y hasta pone en riesgo lo que más quiere, su amado Philiph Morris.
Jim Carrey deambula en los últimos tiempos por papeles que lo catapulten finalmente en actor de dramas con la misma tenacidad que es ubicado para las comedias. Así Si, Señor (Yes I can, 2007) da paso a Una pareja despareja, pasando por Los fantasmas de Scrooge (A chrismas Carol, 2009). Carrey ya ronda los cincuenta y sabe que no podrá hacer morisquetas eternamente. Ya consumada su fama -y como todo actor reconocido- busca ganarse el respeto con papeles que le den prestigio.
Una pareja despareja está basada en una historia real pero también es una fábula. Jim interpreta a un soñador, un tipo que supo sortear los prejuicios de una sociedad conservadora y ganarse su propio reputación a fuerza de enriquecerse engañando al resto. Hizo creer al mundo que era médico, abogado, heterosexual, etc. Su objetivo es tomar lo que desea del mundo, por más políticamente incorrecto que sea.
Ewan McGregor es el caso contrario, desde su participación en Star Wars, optó por tomar riesgos en su carrera y por ahora le va cada vez mejor. Simplemente pensar en los filmes en donde lo vimos últimamente para darnos cuenta de ello. El escritor oculto (Ghost Writer, 2009) bajo dirección de Roman Polansky, fue su última aparición de este estilo. De lo que no hay dudas es que demuestra ser mejor actor y, en su rol de Philip Morris alcanza lapsos de transformación absoluta en la piel de este gay afeminado, cambiando desde sus gestos hasta su mirada.
Una pareja despareja aún no fue estrenada en EEUU por su carácter controversial. Ser estafador y salirse con la suya ya había sido permitido en Atrápame si puedes (Cath to tief, 2004), pero dejar la devoción por la iglesia e incluso la familia y los hijos por una pulsión homosexual incontrolable, parece haber sido demasiado para los ejecutivos de hollywood.
En esta oportunidad no sabemos si Jim será un actor de dramas en el futuro pero, que lo intenta alocadamente como su personaje, de eso no hay dudas.