Comedia atípica para Jim Carey. Sigue la agitada peripecia de Steven Russell en procura de su identidad. A los 9 años, sus padres le confiesan que es adoptado, que su verdadera madre se los entregó por unos pocos dólares. Ya mayorcito, llega como agente de policía a la casa de su mamá, y esta le mete un portazo en plena cara. Casado y con un hijo, luego de un brutal accidente automovilístico, al salir del coma, decide asumir abiertamente su homosexualidad. Se lo plantea a Debbie, su esposa, y lo echan de casa. Pierde el empleo y anda a los tumbos hasta que se convierte en estafador con diversas identidades. Así, hasta que va a parar a la cárcel y conoce a Phillip Morris, el amor de su vida. Por él, falseará enfermedades que no tiene y cambiará de oficio de manera febril. Demasiados episodios para una sola película, pero el tema atrae y suena bastante provocativo, aunque se vaya por las ramas. Jim Carrey modera sus habituales morisquetas y se empeña a fondo en un trabajo de riesgo.