Ve donde te lleva tu corazón
La dupla de guionistas John Requa y Glenn Ficarra, que ya han trabajados juntos en comedias como Cats and dogs, Bad Santa o Bad news bears, nos presentan en esta oportunidad la primera película dirigida por ambos. I love you Philip Morris está basada en la novela homónima de Steve McVicker y ha sido distribuida en nuestro país con el nombre de Una pareja despareja que, además de ser un título poco atractivo comercialmente, poco tiene que ver con la historia y denota cierta intolerancia con respecto a las parejas homosexuales. Quizás esta elección esté relacionada con los escándalos que la película suscitó en los Estados Unidos donde, en un primer momento, fue prohibido su estreno pero finalmente fue confirmada su llegada a las salas para el mes de diciembre.
Esta coproducción Franco-Estadounidense protagonizada por Jim Carrey, en un personaje algo diferente a los que estamos acostumbrados, trata de un hombre (Steven Russell) que ante un accidente automovilístico decide blanquear sus preferencias sexuales ante el mundo pero, para llevar adelante un nuevo estilo de vida lleno de gastos, salidas y lujos, se convierte en un gran estafador. Por culpa de todos sus delitos, pronto caerá en prisión donde conocerá el gran amor de su vida: Philip Morris, interpretado por Ewan McGregor. De este modo, comenzará a vivir un romance casi idílico dentro de la prisión, valiéndose siempre de sus engaños para cumplir cada deseo de su amado. Al llegar la libertad, sus engaños le traerán constantemente nuevos problemas y deberá luchar una y otra vez por estar cerca de su amado.
En estas constantes escapatorias de Steven Russell se sucederán ante nosotros diferentes géneros cinematográficos: será ante todo una película romántica y en muchos momentos una comedia, aunque en cierto punto la historia asumirá un tono dramático que nos recordará el film Philadelphia de Jonathan Demme. Estas diversas intensidades le darán cierto dinamismo que lograrán sorprender el espectador impidiendo que el desenlace final se vuelva predecible.
Se destacan dentro de la película varios elementos: la utilización de una estética muy colorida y alegre, en la que no faltan elementos sexuales (como las nubes con forma de falo) y algunos estereotipos de la cultura gay pero sin caer en la burla; la elección musical impecable de Nick Urata, en especial en la maravillosa escena del baile dentro de la celda; las actuaciones de los protagonistas son muy buenas y el romance entre ambos es interpretado de un modo muy intenso y creíble. Pero quizás lo más sorprendente dentro del film sea el punto de vista adoptado ya que, quizás por primera vez en Hollywood, la homosexualidad no es mostrada como un tema en sí mismo base de un conflicto, sino como un condimento más dentro de una historia de amor que podría haber sido protagonizada por dos personajes de cualquier género o edad, que trasciende toda categorización y se centra en el romance y los sentimientos profundos de sus personajes