Romance gay con el sello de Jim Carrey
Steven Russell (Jim Carrey) es un estafador que se hace pasar por abogado. En apariencia, un buen padre de familia, termina finalmente en prisión cuando es descubierto en una de sus múltiples estafas, donde se enamora de su compañero de celda, Phillip Morris (Ewan McGregor) mientras cumple su condena. Cuando Morris sea liberado, Russell se convertirá en un especialista de las fugas con tal de reencontrase con él y lo volverá a involucrar en sus asuntos.
Con una presentación interesante con el personaje principal contándonos la historia desde la cama de un hospital, como si fuese un largo flashback, dan ganas de irse enterando cómo es que llego hasta allí gracias a la dinámica forma del relato y los soprendentes virajes que va dando la trama.
Pero la propuesta inicial no termina de definirse entre la comedia, la película basada en hechos reales o una irónica mirada al mundo de las apariencias, mientras que avanza en una trama que se repite en una constante de encuentros, fugas y desencuentros.
"Una pareja despareja" (evidentemente la distribución optó por tratar de generar desde el título una empatía con el tono de comedia, aunque evitar por cierto el tono más abiertamente jugado de "I love you Phillip Morris") tuvo problemas de distribución en Estados Unidos donde aún no se ha podido estrenar- planean su estreno para diciembre de este año- a pesar de que se presentó hace ya dos años en Sundance.
Justamente el planteo de un amor homosexual con escenas que no dan lugar a medias tintas, evidentemente sigue molestando al público americano que sigue teniendo una pacatería a toda prueba. Los verdaderos problemas de la película no están ahí por cierto: el talón de Aquiles es el guión que no llega a definirse ni permitirnos profundizar en la historia y los vínculos de los personajes.
Jim Carrey, quien -como otro punto en contra- da rienda suelta nuevamente a su show de morisquetas molestas de las que no puede despegarse como había logrado hacer en "Truman Show" y "Man in the moon" nos confunde más aún con un registro completamente de comedia delirante cuando en realidad lo que se quiere contar, o lo que se pretende contar, pasa por otro carril.
El que gana con un papel diferente al que lo vemos frecuentemente, es Ewan Mc. Gregor quien logra sostener una actuación interesante en medio de la catarata de gestualidad de su compañero y sale completamente airoso y creíble en su composición.
Es entendible que la pseudo-polémica que fue despertando la película en su recorrido comercial, haya rendido sus frutos como campaña publicitaria para que algún que otro curioso, se asome a esta comedia sin demasiado vuelo, ya que de otra forma, sin polémicas de por medio, hubiese interesado aún menos al común denominador del público.
De todos modos, una interesante actuación de Mc. Gregor (a quien pronto veremos en la brillante "Begginers" acompañando a Christopher Plummer) y los flashbacks donde el protagonista cuenta algunos fragmentos de su historia personal (sobre todo, en los momentos en que cuenta su niñez) son los puntos fuertes de esta comedia.
El resto del film transcurre sin grandes sobresaltos y como toda pelicula basada en hechos reales que se precie de tal, en el final nos irán contando en qué terminó la historia de cada uno de ellos mediante algunas lineas sobreimpresas a las imágenes finales del film.
A esta altura, la explicación de lo ocurrido, es más una manera de cierre de una película que de satisfacer un interés concreto para el espectador de qué fue de la vida de cada uno de ellos.