Dicen que este film no se estrenó en EE.UU (salvo por el Festival de Sundance) por su temática gay y sus pocas escenas "atrevidas"; sin embargo sabiendo que está basada en la historia real de Steven Russell, uno de los mayores estafadores y escapistas norteamericanos, a uno le queda la duda sino será porque la película destapa increíblemente la ineficiencia de un sistema que realmente siempre se autoproclamó como uno de los mejores. Russell fue capaz de hacerse pasar por abogado, llegar a asesor financiero de la North American Medical Managment para posteriormente desfalcarla y escaparse incontables veces de prisión con métodos evidentemente irrisorios y hasta ridículos; todo lo cual lo llevó finalmente a una condena desmesurada: prisión de por vida con 23 horas de encierro con una sola hora para aseo y recreación!. Suena a mucho para un criminal que nunca ejerció la violencia, su única arma fue la astucia y la inteligencia suficiente para encontrar el bache por donde poder escurrirse gracias a un coeficiente intelectual que dicen es sorpresivamente altísimo.
La película es una ópera prima de los guionistas Glenn Ficarra y John Requa, quienes decidieron tomar el toro por las astas cuando finalmente quedaron sin director (dicen que Gus Van Sant fue el que se bajó del proyecto) . El argumento está basado en el libro del periodista Steve McVicker quien atraído por la figura de Russell se encargó de contar su historia interpretada por Jim Carrey, Ewan McGregor por su parte encarna a Phillip Morris, su amante.
Y acá es donde me parece que el film hace un poco de agua ladeandose de un lado a otro entre la comedia pasatista y el drama que nunca se atreven a contar en profundidad. La película tiene escenas muy bien logradas, una narrativa dinámica pero por momentos no me convence, me deja con ganas de más y su atrevida visión que otros le han endilgado no me parece para nada impresionante como para excusar su prohibición. Es que al fin de cuentas no es más que una correcta comedia romántica que por momentos pierde el foco centrándose inquietantemente en el estafador dejando en segundo plano su relación con aquel que al fin y al cabo le da el nombre al film.
Pero ¿de qué va el argumento?: Steven (Carrey) es un agente de policía aparentemente feliz con su matrimonio y una hija. Como de pequeño ha sido adoptado intenta localizar a su madre biológica quien una vez frente a él lo rechaza olímpicamente, compungido y posteriormente accidentado, la perspectiva de Steve sobre cómo vivir la vida cambia por completo y sale disparado del placard, se muda a Miami y para solventar los gastos con su novio empieza con sus primeras estafas. Finalmente termina en la cárcel donde conoce a Phillip (McGregor), y caen perdidamente enamorados. Pero Steven logra salir de prisión y para sacar a Phillip también se hace pasar por abogado con tanto éxito que sus proyectos de estafa comienzan a apuntar cada vez más alto.
Si hay algo que destaca en esta obra es la actuación de los protagonistas, fuera de todo cliché y tópico exagerado. Convencen gracias a la química entre ambos y gracias, también, a los gestos excesivos que esta vez Carrey ha dejado de lado para brindarnos un personaje cómico, sí, pero creíble con escenas donde claramente se muestra capaz del drama más emotivo. Y si bien como dijera la película no se muestra tan sólida como quisiera, no puedo dejar de valorarle sus aciertos que hacen de la cinta un producto entretenido, nuevo dentro de lo que cuenta aunque por momentos realmente inverosímil.