Love Sarah es una película chiquita y simple, sin embargo, es buena, y puede lograr llegar al corazón del espectador. A pesar de tener un título sumamente deshonesto. Porque lo quieren asociar con la película Notting Hill, con la cual no tiene absolutamente nada que ver, es una película que funciona bien, sin grandes pretensiones, pero que funciona tanto como una comedia dramática, como una comedia romántica.
La Sarah del título, era una cocinera que tenía pensado ponerse un local junto con su mejor amiga y socia, pero fallece a muy temprana edad, y luego del shock inicial, eso produce que se junten la socia de Sarah, la hija de Sarah, y la madre de Sarah, para abrir este emprendimiento culinario que es la pastelería que quedaría en Notting Hill, deduciéndolo desde el título, aunque en ningún momento la película menciona específicamente dónde está. Esta pastelería que abren es bautizada como el título original de la película love Sarah, en homenaje a la fallecida. Allí los personajes tendrán las vicisitudes de abrir un nuevo negocio, de tratar de encontrar como servirle fielmente a la clientela, de tratar de hacer dinero, de crecer artísticamente con nuevas opciones culinarias, y a su vez hay una subtrama romántica, que se da entre la protagonista, quien fue la socia y amiga de Sarah, y un cocinero que había tenido pasado con ambas.
En base a esa historia se construye una narrativa clásica, sin muchos fuegos artificiales; con simpleza, pero que emociona; y logra el filme que a uno realmente le interese que a esos personajes les vaya bien; lo cual no es poco. Para enamorarse, para deleitarse, y para inspirarse; sobre todo cuando la vida nos golpea, pero debemos seguirla, y donde desde lo malo, se pueda sacar algo bueno. Recomendada.