“Libérenlos” es la palabra clave en esta bellísima historia de amor.
Dicha en un contexto y en determinado momento de la cinta por el protagonista, ese término te llega al corazón y te hace llorar de la emoción.
Robin Cavendish (sublime trabajo de Andrew Garfield que consagra su carrera con este papel) es un muchacho que tiene afortunadamente el mejor pasar, que reparte su tiempo entre el trabajo, practicando diferentes deportes con amigos, en autos importantes de la época, siempre con vestimenta impecable, los mejores modales, viajes en avión, etc. Y encuentra a la mujer de su vida: Diana (Claire Foy en un bellísimo rol que desborda sensibilidad y también fortaleza). Dos jóvenes que se cruzan, se enamoran y se casan. En un viaje de trabajo y placer por África (ella estando embarazada) él contrae la Polio y su vida corre peligro de muerte. Logrando superar ese terrible momento, pero quedando postrado en una cama de hospital conectado a un respirador artificial.
Detrás de todo gran hombre sin dudas que hay una gran mujer, pero hay mucho más.
El trabajo realizado con la ambientación de época y el vestuario es maravilloso. Acompaña la prolijidad de la cámara, la fotografía y el color logrado. Brillante la dirección de Andy Serkis que hace su debut con esta película.
Es producida por Jonathan Cavendish el hijo del verdadero protagonista que le brinda un homenaje a sus padres con este proyecto.
Vivir, disfrutar de cada momento, agradecer por todo día tras día, por la salud, por la libertad. Una razón para vivir nos ayuda a replantearnos, ante todas las adversidades, la eterna búsqueda de la felicidad.