Esta semana nos llega desde Dinamarca, una película que a priori podría parecer la típica cinta sobre borrachines que se van de gira un tiempo a alguna ciudad exótica. Pero Una receta perfecta, tiene la particularidad que sus protagonistas no son hombres adultos de despedida de soltero, o adolescentes en un viaje de autodescubrimiento; sino que son un trío de señoras que ya están entrando en la tercera edad.
Seguimos a tres amigas, en especial a una de ellas, llamada Berling, a quien están engañando desde hace un tiempo, pese a estar en un matrimonio que ya lleva cuatro décadas. Totalmente descolocada y sin saber que hacer, decide irse a la Toscana con sus ya mencionadas amigas para aprender a cocinar platos regionales, y de paso despejar su cabeza y decidir cómo seguir con su vida.
Antes de continuar, vale aclarar que claramente no soy el público al que apunta esta película, y si bien uno puede identificarse con algunas situaciones, o empatizar con otras, quien les habla no tiene la edad de las protagonistas. Pero aclarado esto, hay que decir que Una receta perfecta termina volviéndose amena para el espectador, tenga la edad que tenga.
Esto se debe al buen hacer de las tres mujeres protagonistas, quienes demuestran una química digna de mencionar, haciéndonos creer que al menos fuera de rodaje, las señoras se llevaron bien y hasta quizás sean amigas como en la ficción. Gran trabajo del trio principal, que aparte pasa por varios estados emocionales; como la tristeza, la soledad, la camaradería e incluso la seducción.
También decir que el lugar elegido para situar la historia funciona bastante bien. Un sitio exótico como la Toscana siempre es lindo de ver en la gran pantalla, y más aún si se nos hace un tour por su gastronomía; dándonos bastantes ganas de probar los platillos que están cocinando los personajes, y por qué no, también aprender a hacerlos.
Y hasta ahí podríamos hablar de las virtudes de la película. Y quizás eso mismo sea lo que espante a varios de darle una oportunidad; porque todo se siente bastante simple, sin grandes revelaciones, o sin meterse en algún tipo de humor político, siendo la historia bastante “sana”, entendiendo este término como algo despectivo.
En conclusión, Una receta perfecta es una película disfrutable y poco más. Si rondan la edad de las protagonistas, seguramente la disfruten mucho más, en caso contrario, véanla si no tienen mejores opciones.