Mentiras blancas
Comedia de problemas de primer mundo, Una Segunda Oportunidad (Enough Said) se enfoca en la historia de Eva (Julia Louis-Dreyfus) una masajista divorciada desencantada con las perspectivas del romance, quien en una noche conoce a una potencial clienta y amiga, la poetisa Marianne (Catherine Keener) y a un prospecto amoroso en la misma situación que ella, Albert (James Gandolfini).
Eva desarrolla ambas relaciones y en esa instancia Nicole Holofcener (directora y guionista) introduce el elemento ético sobre el que suelen girar sus obras: la protagonista lidia con un dilema y el peso de las decisiones que toma a partir de éste. La excusa argumental es que Marianne y Albert son una ex pareja que se divorció en muy malos términos. Eva tiene que resolver qué relación prima, si el amor incipiente con él (el primero en gustarle en años) o con su nueva amiga a la que admira en igual medida que no comprende. Cuando el personaje de Louis-Dreyfus dispone mantener en paralelo ambas interacciones, cambia un problema por otro: ahora debe dilucidar cómo conciliar el relato de Marianne sobre su ex (quien según ella comía demás y era torpe en la cama) y la imagen que construye, con la que ella misma arma a partir de su experiencia directa con él. El o la que siempre deseó que las nuevas parejas vinieran con un Veraz o búsqueda de antecedentes previos, puede preguntarse hasta qué punto realmente esto conviene.
La otra línea argumental gira en torno a la relación entre Eva y su hija y la amiga de ésta, un triángulo amoroso materno-filial que también da pie a que la protagonista caiga en una situación conflictiva que después tiene que desenredar.
Una Segunda Oportunidad, como films anteriores de Holofcener, presenta personajes femeninos a las que se les da lugar a equivocarse, a no ser perfectas ni accesorios.
La Eva de Julia Louis Dreyfus, pese a ser una mujer de mediana edad, todavía está aprendiendo a relacionarse con su círculo cercano y con los que recién conoce. Si bien la actriz no sale mucho de su repertorio de mujeres despistadas y predispuestas al bochorno público (mucho mejor explotados cómicamente en sus encarnaciones televisivas en Seinfeld, The old adventures of old Christine y la actual Veep) elabora un acercamiento honesto a su personaje. Catherine Keener y Toni Collette (como la mejor amiga) acompañan dignamente, manteniendo su presencia. El recientemente fallecido James Gandolfini compone a un bonachón lejano a su Tony Soprano, sin grandes ambiciones pero afición por los carbohidratos y la buena compañía.
Una comedia dramática amena, menos cáustica que films previos de la realizadora, Una segunda oportunidad se mueve en un universo donde ninguno de los personajes tiene malas intenciones, no hay buenos ni malos; en todo caso, hay intereses encontrados y malos entendidos.