Esta es la ópera prima dirigida y escrita por el cineasta norteamericano Asaph Polonsky. Un matrimonio Eyal Spivak (Shai Avivi) y Vicky (Jenya Dodina ), ha perdido a su hijo, el padre (Shai Avivi impresionante interpretación) decide no volver a su vida cotidiana y tiene cambios de humor. En cambio su esposa se sumerge más en el dolor y retorna a sus actividades. Las distintas escenas nos enseñan cómo este matrimonio procede ante la pérdida y el dolor, demostrando todo su disgusto, enojo, tirantez y rabia.
Nos vamos metiendo en las desventuras de Eyal, sus obsesiones, sus caprichos y la alocada relación con el hijo de un vecino Zooler (Tomer Kapon). Su trama tiene algo de tragicomedia, con algunos absurdos. El problema del filme es que no logra mantenerse, pierde el ritmo y se vuelve algo previsible. Resultó ser la gran ganadora de la competencia israelí en el Festival de Jerusalén 2016.