La película está protagonizada por Liam Neeson, esta vez sin trompadas ni disparos, y Micheál Richardson, quienes interpretan a un padre e hijo que deben lidiar con la muerte repentina de su esposa y madre. En este sentido, es curioso mencionar que en la vida real los actores sufrieron una tragedia similar, cuando la esposa de Neeson y madre de Richardson, Natasha Richardson murió en un accidente de esquí en 2009.