“Una voz silenciosa” es la adaptación cinematográfica animada del manga escrito y dibujado por Yoshitoki Ōima en 2013. La misma cuenta la historia de Shouko, una chica sorda de nacimiento que, al llegar a su nueva escuela, es despreciada por sus compañeros, sobre todo por Shouya. Una vez que la estudiante se cambia de colegio, Shouya vivirá en carne propia lo que es el acoso escolar. Años después, el protagonista siente la necesidad de reencontrarse con Shouko.
Muchas veces cuando uno piensa en una película animada la suele relacionar con un público más infantil, sin embargo “Una voz silenciosa” está orientada a un público adulto y crítico, debido a que trata temáticas complejas como el acoso escolar, los intentos de suicidio, la aceptación, las limitaciones personales, la búsqueda de redención y perdón.
El film se toma su tiempo para desarrollar a los personajes principales (algunos de los secundarios solo los conocemos en cuanto a su relación con Shouko o Shouya y no podemos ver qué ocurre en su vida fuera de ello), por lo que el ritmo puede resultar un tanto pausado, además de la larga duración de la cinta (129 minutos).
La profundización de los personajes permite también que se expongan los distintos sentimientos por los que van transitando cada uno de ellos. Más que los diálogos importa la forma en la que se los transmite y la montaña rusa de emociones por la que pasan tanto los personajes como el espectador.
La animación no es totalmente plana, sino que por momentos nos encontramos con ambientes más reales, como de fotografía, que le dan un toque particular al film. El tono más utilizado es el de los colores pasteles. La música también acompaña de una buena manera.
Asimismo, nos encontramos con un buen y original uso de la cámara con claros fines narrativos, es decir, que muchos de los planos que vemos y la posición en la que se sitúa la cámara tienen que ver con la historia que se está narrando.
Por otro lado, el espectador deberá estar atento a lo largo del film, ya que por instantes tenemos vaivenes temporales, algunos de ellos un tanto confusos, donde no se sabrá concretamente en qué momento se encuentran los personajes.
En síntesis, “Una voz silenciosa” es una película bien lograda, que trata temáticas fuertes con el objetivo de emocionar al espectador y hacerlo reflexionar acerca de la posición de los distintos protagonistas. Si bien posee algunas lagunas argumentales por momentos, los sentimientos y la animación son más predominantes.
Puntaje: 3,5/5