Jean es una buena persona: buen albañil, buen hijo, buen padre, buen marido, que se siente bien con su rutina. Un buen día tan feliz como cualquier otro, entre familia y trabajo, se topa en su camino con Mademoiselle Chambon, la maestra de su hijo. Él es hombre de pocas palabras, ella viene de un mundo muy distinto… La evidencia de sus sentimientos los desborda. Este encuentro accidental será un punto decisivo en su organizada vida. ¿Una oportunidad para el cambio o una locura para lamentar?