Basada en hechos reales, “Unidad XV” se centra en la época de 1955 en Argentina, donde un golpe de Estado derrocó al gobierno legítimo de Juan Domingo Perón. El General se exilió y el movimiento quedó proscrito. Es así como distintos referentes del partido fueron perseguidos y encarcelados. Entre ellos, se encontraban cuatro reconocidos dirigentes confinados en la lejana y fría Unidad 15 del penal de Río Gallegos. Ante el inminente fusilamiento al que serían destinados estos presos políticos, deciden que la única opción para sobrevivir es el escape.
“Unidad XV” es un drama carcelario poderoso que consigue atrapar al espectador a partir de la tensión que genera constantemente. En ningún momento decae su nivel, sino que es una historia en constante movimiento, paradójicamente a que la locación sea únicamente la cárcel y los protagonistas estén presos e inertes en dicho lugar.
No conocemos mucho acerca de la vida de los cuatro protagonista, más que sus nombres, sus ideas políticas y los cargos que tenían o las tareas que realizaban. Pero inmediatamente uno puede empatizar con ellos por el tratamiento que se les otorga o por la falta de carisma de los personajes que se encuentran en frente, muy bien representados por Germán Da Silva y Adrián Fondari.
No hace falta saber mucho sobre la situación de Argentina en ese entonces, ya que la misma película pone en contexto a la audiencia desde un principio y, al final, como suele suceder en films de este estilo, nos muestran lo que ocurrió con las personas reales a las que compusieron los actores.
En cuanto al elenco nos encontramos con interpretaciones superlativas por parte de Carlos Belloso, encarnando a Héctor Cámpora, Rafael Spregelburd como John William Cooke, Diego Gentile personificando a Guillermo Patricio Kelly y Lautaro Delgado como Jorge Antonio. Destacamos sobre todo la actuación de este último, pero cada actor logra representar una personalidad en particular de una gran manera. La composición de cada personaje está muy bien lograda y consigue elevar los vínculos entre cada uno de ellos a pesar de sus diferencias. Mora Recalde también sobresale como la mujer de Jorge Antonio que los ayuda con la fuga.
Además de la interesante historia que se cuenta de una forma que atrapa por completo al público, los aspectos técnicos se destacan de sobremanera. Lo primero que observamos es la ciudada fotografía de Nicolás Trovato con colores apagados, que nos ayuda a contextualizar la trama en un film antiguo. Si bien no tenemos muchas locaciones, la reconstrucción de época se nota en la forma de vestir de los personajes, como también en los vehículos y otros objetos que utilizan. La banda sonora a cargo de Jorge Chikiar acompaña bien al argumento (con un sonido constante del viento), destacándose sobre todo la música hacia el final del film donde provoca la misma tensión que la trama. Por otro lado, la composición de planos muchas veces nos cuentan algo por sí mismo además de los diálogos que podemos escuchar. Desde su puesta y la posición en la que se ubica la cámara podemos ver la violencia intangible, el rechazo, la falta de conciliación entre las partes.
En síntesis, “Unidad XV” es una película argentina que brilla desde su atrapante historia basada en hechos reales, un drama carcelario que por momentos se convierte en un thriller político. Pero además, la trama se sustenta por cuatro maravillosos intérpretes y una puesta escénica impecable, que eleva al film por sobre la media de los relatos de este estilo.