Unidos

Crítica de María Fernanda Mugica - La Nación

La nostalgia por un pasado con menos tecnología y más magia es central en esta historia de dos hermanos elfos adolescentes que emprenden una aventura para realizar un hechizo que les permita resucitar a su padre por un día.

La intención de rescatar el pasado también está en la mirada que el director Dan Scanlon le impone a la película. Desde su espíritu lúdico y aventurero hasta un inesperado homenaje a la ochentosa Fin de semana de locura , Unidos se acerca a los films familiares de otra época pero lo lleva al terreno en el que suele jugar Pixar. Se subraya la emoción, recurriendo una vez más al tópico de la pérdida de un padre, que funciona como herramienta para conmover al espectador y convencerlo de que la película no es solo entretenimiento. Esa exigencia atenta contra un mayor desarrollo sobre el potencial del film de ser una aventura aún más divertida, con un tratamiento sutil de lo emotivo, algo en lo que el estudio de animación se especializó en el pasado.

Una novedad y acierto de Unidos es su retrato de escenarios sin magia del capitalismo tecnológico (autopistas, estaciones de servicio, restaurantes de comida rápida), representado en una versión élfica de una ciudad norteamericana, que contrasta con el mundo mágico de antaño. Aunque como corresponde a una película de Pixar, el film propone que es posible recuperar la magia perdida, que no solo está en el corazón de los personajes sino también en esos espacios desangelados que habitan.