Bien puede decirse que Disney, y Pixar, lo han hecho de nuevo. Porque Unidos es el tipo de película emotiva que tiene ribetes, huellas similares en Up, Coco y hasta en la saga de Toy Story.
Y es, hay que decirlo, la comedia por momentos más triste que haya creado Pixar, a partir de un personaje protagónico que con su timidez, y falta de amigos y autoestima, es imposible que no conquiste, en cierta manera seduzca o genere una fuerte empatía desde la platea.
Ian Lightfoot (al que Tom Holland, el nuevo Spider-Man, le presta su vos) cumple 16 años y no se anima ni a invitar a su casa a sus compañeros del colegio, que ni saben quién es, para festejarlo. Pero es su madre (Julia-Louis Dreyfus) quien les tiene reservado un regalo sorpresa a Ian y a su hermano mayor Barley (todo lo desaforado y excéntrico que puede ser un personaje creado a semejanza de Chris Pratt).
El padre de estos elfos falleció (porque si los juguetes pueden hablar y tener vida propia, y un anciano atar con globos la casa de su amada, ¿por qué no habría de haber elfos en una película de Pixar?), pero le dejó algo a su esposa para que se lo entregara a sus hijos cuando crecieran. Barley tiene dos o tres recuerdos de su padre, pero Ian ni siquiera uno. Con algo de la magia que con el tiempo parece que se va perdiendo, los hermanos logran en parte revivir a su progenitor. Bueno, literalmente en parte, porque el hechizo no logra ser completo y a papá sólo se le ve de la cintura para abajo.
Así que gracias a que Barley es un cultor de las tradiciones y conoce mucho de hechicería, irán tras una extraña gema que permita terminar el hechizo y la resurrección. Tienen menos de 24 horas para embarcarse en este viaje por caminos desconocidos, y en los que se cruzarán con otros personajes mitológicos.
Y, claro, se complementarán como no sabían que podían. Y son.
No hace falta tener hermanos para disfrutar Unidos. Como las buenas películas de Pixar, hay guiños para los mayores, pero está construida y dirigida para todo el público. Se toca el tema de la familia ensamblada (la mamá intenta rearmar su vida con un policía… que es un centauro), Mantícora con aspecto leonino, como debe ser, con la voz de Octavia Spencer, más gnomos, unicornios, hadas…
Lo dicho: Disney y Pixar lo han hecho de nuevo, comenzando con dos personajes queribles a fuerza de la contraposición, lo introvertido y extrovertido, y que en esa relación que sólo debe haber entre hermanos construyen una historia emotiva, sensible, entradora y disfrutable.