El legado
Unas simples vacaciones devienen en un documental sobre Cuba a través de la mirada de una familia que irá descubriendo a lo largo de un viaje cincuenta años de historia pasada y presente. Eso es lo que logra Tristán Noblia en Vacaciones con Fidel (2013), el retrato íntimo de una isla que subsiste en el tiempo a pesar del bloqueo económico impuesto por EE.UU.
Tristán Noblia es productor de TV y la vida le ha dado un bienestar del que no se puede quejar. Una esposa, tres hijos y la satisfacción de poder vivir de lo que le gusta. Pero en medio de tanta “vida burguesa” Tristán, ante la posibilidad de pasar unas vacaciones en Disney, tiene un rapto de lucidez y se pregunta qué pasaría en la vida futura de sus hijos si en vez de estar frente al Ratón Mickey pasaran unas Vacaciones con Fidel.
A pesar de la reticencia de Bautista, el mayor de los niños, la familia emprende un viaje que el tiempo dirá cuáles fueron sus consecuencias futuras, y como el estar cara a cara con otra forma de vida, en donde el consumismo y la globalización son palabras desconocidas, puede tal vez cambiar la forma de ver el mundo a una generación que crece entre shoppings y casas de comida rápida.
Pero el documental también es un recorrido visual por los lugares más emblemáticos y anónimos de la isla. Las calles de La Habana se fusionarán con un restaurante en una casa de familia, mientras que los festejos por los 50 años de la revolución lo harán con el paisaje de Santiago. Mientras tanto, a lo largo del recorrido los testimonios de los diferentes habitantes – como la historia del Che Guevara en la voz de su hija Aleida - armarán el relato de lo que Cuba y la Revolución significa para ellos.
Vacaciones con Fidel es mucho más que el video de un viaje familiar, es la epopeya de cincuenta años de lucha contra del imperialismo contada desde el lugar de los hechos y por quienes son parte de esa historia. Con sus cosas buenas, sus cosas malas, lo que quisieran tener y lo que no quisieran perder. Pero por sobre todo es el legado de un padre que quiere para su hijos un mañana con un mundo menos peor, del que Cuba está cada vez más cerca de serlo.