Sólo falta Don Ramón
Después de su vuelta a la pantalla con el thriller para la Warner Al Filo de la Oscuridad (Edge of darkness, 2010) y la intimista La doble vida de Walter (The Beaver, 2011) dirigida por Jodie Foster, Mel Gibson vuelve al personaje que mejor le sienta con Vacaciones explosivas (Get the Gringo, 2012), realizada por su propia productora Icon y filmada en México.
Apodado “driver” primero y “gringo” después, el personaje de Mel Gibson es un ladrón que huye en su auto cargado de dinero por la frontera con México. La persecución termina literalmente del otro lado del muro y Mel, un tipo medio loco y medio violento, cae en una prisión mexicana apodada “El pueblito”. En ella conocerá toda una fauna de malandras donde entablará relación con un niño y su madre en medio de un ambiente dominado por un salvaje gangster.
La vuelta al Gibson productor, detrás de Icon, empresa que produjera sus films como director, nos trae una película despareja. Vacaciones explosivas tiene por un lado al personaje clásico de Mel, una mezcla de Martín Riggs de Arma Mortal (Lethal Weapon, 1987) con Porter de Revancha (Payback, 1999), un tipo un tanto malvado que sólo será bueno en un contexto cargado de violencia y corrupción que lo contraste. Por otro lado, es una producción ultra económica para los parámetros de Hollywood y se nota en su estética “tercermundista”. La película está filmada en México, mayormente en la supuesta cárcel, con equipo técnico y artístico mexicano.
No quiere decir que esto sea malo per se, pero la idea de personajes estereotipados donde no faltarán el policía gordo y corrupto, el matón grandote y tonto, el villano que gusta de las prostituas y las torturas sádicas, pregonan una idiosincracia mexicana for export tan previsible y redundante como el color marrón que tiñe todo el film.
La banda sonora es lo mejor de la película, por tener temas musicales “latinos” pasados por mexicanos (inclusive una cumbia del argentino Vicentico), lo que aporta la dosis de mundo ajeno –y trillado- de toda película de acción simple y llana, como lo es Vacaciones explosivas.
Para los fanáticos de Mel Gibson, el actor de Corazón Valiente (Braveheart, 1995) vuelve a las bases sin correr ningún riesgo y abaratando costos con una película que, en definitiva, podría estar mucho mejor de lo que está.