La pelea de su Vida
Mel Gibson retorna al cine con una aventura entretenida, divertida y sumamente vertiginosa, como en sus buenas épocas, claro ahora está más mayor, fuma como un escuerzo y se las ingenia para seguir luchando en la vida real -fuera de toda ficción- con la mala propaganda que recibe por haber protagonizado algún hecho de "violencia de género" y hasta cierto tufillo antisemita que le han achacado varios medios.
Tan asì que la peli en su país de origen ni siquiera llegó a los cines, fuè directo a DVD y "Blue Ray", y hasta el boletero del Complejo Monumental que me dice "Y este tipo no está bien visto... por eso no llena ya las salas!".
Acà Don Mel es un ladròn que huye con varios millones de Dólares de un robo, ha quedado solo escapando y los patrulleros lo persiguen hasta la frontera con Mèjico, ergo al traspasar el muro que divide USA de este otro país, detenido, irá a parar a una cárcel comunal gigante que más que una vulgar penitenciaría es un pueblo rebosante de gente de la peor calaña y hasta familias que allí viven.
Habrá que acudir al ingenio y a la supervivencia extrema para contarla ahí dentro.
Si de definir esta peli se trata, digamos que es un correcto filme de género, atestado de situaciones a veces increíbles y otras ingenuas, pero dignas del plato que ofrecen Gibson y su director Adrian Grunberg -hijo de argentinos en la vida real-, de a ratos nos recuerda a otros tantos productos de Tarantino, Robert Rodriguez y hasta del memorable Sam Peckinpah, con tanta sinfonía de disparos, sangre de mentira y escenas bastante bien resueltas desde lo técnico-cinematográfico. Disfrutable en su proyección, si se busca un ejemplo de divertida historieta, acà la tienen sin duda.