Creo que lo peor es ir a ver una película con expectativas altas, porque rara vez se cumplen o se superan. Este fue el caso de Valerian y la ciudad de los mil planetas. Un film con muchísimos efectos especiales pero que no va ni para un lado, ni para el otro.
Cuesta meterse en la historia. Quizás una falla de narrativa hace que como espectadores nos sintamos perdidos. De quiénes vamos a hablar? Quiénes son estos? Bueno, desarrollamos esta historia? Ah no? Ésta? Ufff…
Pasa una larga hora hasta que más o menos empezamos a ver de qué va y sin embargo el guión no ayuda mucho.
Valerian, dirigida por Luc Besson, intenta ser una película de ciencia ficción (o lo es) con algo de comedia. Hay dos gags que llamaron mi atención, los considero demasiado fuera de contexto. Uno, relacionado a Bob Marley y otro a Liam Neeson en “Taken”. En serio, me quedé tipo “What the fuck?”.
Seguramente los animadores han trabajado demasiado, hay más de 200 especies de extraterrestres con sus características, pero se tornan innecesarios, sobre todo para el preámbulo que intenta mostrar el paso del tiempo mediante estos bichitos simpaticones.
La dupla protagónica (DeHaan y Delevingne), no terminan de tener la química esperada y por otra parte, tampoco se entiende por qué ellos tienen tanta importancia. Se los ve imprecisos y torpes.
Hay tantos efectos que marean sobre todo si se ven en 3D.
Una de los momentos más entretenidos y mejor aprovechados es la aparición de Rihanna, quien interpreta a una stripper con características humanas, pero que no resulta ser tan humana.
A pesar de todo, Valerian, puede funcionar bien como para un público adolescente, por sus frescura, personajes y comedia.