Varios años atrás, el director Luc Besson comenzaría a desarrollar su proyecto más ambicioso. Declarado admirador del cómic de ciencia ficción Valérian et Laureline, creado por Pierre Christin y Jean-Claude Mézières en la década del ’60, el francés sería el encargado de llevar a la pantalla este gran pilar de los anales del sci-fi moderno; tarea que finalmente daría como resultado la producción del film europeo más costoso de la historia. Valerian and the City of a Thousand Planets representa la conversión en realidad de la narración que inspiró a numerosos relatos como Star Wars, Avatar o Blade Runner, solo por nombrar algunos. El realizador nos pone frente a su visión, un despliegue visual glorioso con la que conjuga su experiencia en el campo de la acción, de forma que los defectos de su historia se vean maquillados por tal infartante puesta en escena.