¿Cómo puede una película de animación sin villanos ser tan atractiva y a la vez tan arriesgada como para impresionar y volver a demostrar que Pixar es la mejor productora del género? La respuesta se encuentra en "Brave", el décimo tercer largometraje de los responsables de "Toy Story". Esta es una cinta que entra en terrenos totalmente diferentes a los de sus otras propuestas, que desarrolla un relato inteligente, adulto y emotivo y que, con un toque Disney en su resolución, sorprende por su creatividad, su preciosa animación y su profundidad.