Pixar sorprendió desde su primera película “Toy Story”. Y con cada una de las siguientes debía superar sus propios parámetros. Todas lo lograron: “Monsters Inc.”, “Toy Story”, “Wall E”. “Cars”. Esas marcas requerían que el ingenio de la compañía se enfocara en una historia distinta, es decir (casi) realista. Se trata de un cuento de hadas que transcurre en el medioevo, en Escocia. La protagonista es una princesa adolescente con una relación tensa con su madre. La reina la quiere instruir en declamación, modales y laúd, además de buscarle marido. Pero ella va en el sentido opuesto de los deseos maternos. Y ese conflicto se agrava cuando interviene un hechizo que será el conflicto que guíe a la acción hasta el final. Siempre con humor, ironía, guiños a la actualidad y la idoneidad de Pixar.