Los vampiros existen en el cine desde que los hermanos Lumiere inventaron el proyector cinematográfico.
Poca gente recuerda por lo general, que mucho antes que Bram Stoker creara a Drácula, las famosas criaturas bebedoras de sangre ya habían aparecido en la pantalla grande.
El gran pionero en llevar a estos personajes al cine fue el Gran George Mellies, padre de los efectos especiales, en 1896 con Le Manoir Diable.
Desde entonces la infinidad de películas que se hicieron hasta la fecha generaron que hoy presentar una gran propuesta con estas historia no sea nada fácil, debido a que no hay más nada por inventar.
Daybreakers es una muy buena película que le devuelve con toda su gloria la dignidad a los vampiros en Hollywood que en el último tiempo se presentaron con un enfoque demasiado light con filmes como Crepúsculo o la serie True Blood que se centraron en aspectos más románticos.
Los vampiros no tienen nada de romántico y los hermanos Spierig se encargan de dejarlo claro en los primeros minutos de este film donde marcan de manera contundente el tono que tendrá la película.
Acá los vampiros son aterradores y corre mucha sangre durante toda la historia. Los amantes del gore definitivamente no van a salir defraudados ya que hay escenas tremendas.
Daybreakers se destaca principalmente por combinar muy bien los géneros del terror y la ciencia ficción y hasta me animaría decir el policial negro con una historia futurista muy entretenida que presenta una estética que evoca un poco esos cómics oscuros de Steve Niles (30 días de noche).
La verdad que es un placer poder disfrutar de dos actorazos como Ethan Hawke y Willem Dafoe en un film de este estilo.
Las secuencias de acción están muy bien elaboradas y los directores manejan muy bien la narración de la historia.
Si en el pasado disfrutaste de filmes como Del crepúsculo al amanecer, Vampiros, de John Carpenter, o más recientemente 30 Días de noche este es un estreno para tener
muy en cuenta.