Pintura sobrenatural.
Muchos son los artistas que fueron reconocidos tras su fallecimiento. Este es el caso de un pintor: Vincent van Gogh, quien se consideró un privilegiado por ver lo que otros no pueden ver o por hacerlo de una manera totalmente diferente. Sus visiones se acercan más a la realidad y, aunque internado en un manicomio, relata con lucidez que tiene la firme convicción de transmitir estas visiones a través de sus pinturas, con la noble intención que las demás personas se sientas vivas.
At Eternity´s Gate (2018) es un viaje en la mente y el universo de Vincent Van Gogh (Willem Dafoe), pintor holandés post-impresionista que, a pesar del escepticismo, el ridículo y la enfermedad, ha creado una de las obras más increíbles y admiradas del mundo. Sin ser una biopic oficial, ya que la película está inspirada en las cartas de Vincent Van Gogh, eventos en su vida, rumores y momentos reales, y algunas alucinaciones durante el tiempo en el que logró sus mejores obras en Arles, en el sur de Francia. Theo Van Gogh (Rupert Friend), su hermano, sostén económico y quien lo apoyó. Paul Gauguin (Oscar Isaac), un colega y amigo que lo acompaña por pedido de Theo, al comprender el grave estado mental de Vincent. Gauguin le propone iniciar una revolución para delinear una nueva relación entre la naturaleza y la pintura, y así cambiar el vínculo entre la pintura y la realidad, ya que los impresionistas no tienen nada nuevo para ofrecerle al mundo.
El director Julian Schnabel se compromete con la visión y la humanidad del pintor, con un trabajo impecable en cuanto a fotografía, que bien podría trasladarse a un cuadro del propio Van Gogh -por momentos nos sentimos dentro de una de sus pinturas- por la paleta de colores, sus contrastes, paisajes y, además el movimiento de cámara, los fuera de foco, cámara en mano, elección de primeros planos y siempre contar la historia desde el punto de vista del pintor, excelentemente pensados para acompañar su estado de locura. Con respecto al guion -del que también participa Schnabel- sólo cabe decir que es impecable, muy inteligente a la hora de narrar los estadios que vivencia el pintor, generando en el espectador una empatía natural y credibilidad. Los diálogos son exquisitos y poéticos. Cabe destacar una brillante labor de edición; la música, sonidos y silencios situados en el momento perfecto, logrando una íntegra armonía en el filme y reflejando de esta manera el altruista y brillante espíritu de este artista que quiere mantenerse fuera de control, sólo se calmaban pintando rápido y a quien no le interesaron las “razones”.
Las actuaciones son maravillosas en general; sin lugar a dudas el talentoso Willem Dafoe fue el indicado para interpretar a Van Gogh, constituyéndose en una de sus mejores actuaciones.
“Tal vez Dios eligió el tiempo equivocado para mí, quizás me dio el don para pintar para personas que aún no han nacido”. Esta frase de Van Gogh es un excelente resumen del film y que resonará en nuestro interior. El final de At eternity´s gate es sublime, de una poética que le hace honor al visionario Vincent Van Gogh.