Presentado en febrero de este año en el Festival de Berlín, Varda por Agnes es un repaso de tono personal por la extensa trayectoria de la icónica cineasta belga Agnes Varda, quien también supo desempeñarse como fotógrafa, artista plástica y pedagoga, entre otras cosas, y que por esos raros designios de la vida fallecería tan solo un mes más tarde, el 29 de marzo, previo a su cumpleaños número 91.
Sin una estructura lineal, Varda por Agnes comienza con una charla brindada por la cineasta belga, frente a un auditorio, y la cual servirá de trasfondo, a la par de distintas charlas en distintos lugares, para las diversas anécdotas y experiencias que ella vivió a lo largo de sus más de 60 años de trayectoria, rememorando gran parte de su vasta filmografía. A lo largo de este documental, Agnes hará alusión naturalmente a algunos de los filmes claves de su carrera, como la necesaria Cleo de 5 a 7, La felicidad o Sin techo ni ley. También habrá tiempo a repasar algunos trabajos más curiosos, como su largometraje debut La pointe courte, el documental sobre Las Panteras Negras, Daguerrotipos, la más reciente Visages Villages, o la extraña película Les cent et une nuits que Varda realizó en 1995 en conmemoración al 100 aniversario del cine, y que contó con figuras de la talla de Michel Piccoli, Catherine Deneuve, Jean-Paul Belmondo, Jeanne Moreau, Robert De Niro, Marcello Mastroianni, Jane Birkin, Alain Delon, Fanny Ardant o Gerard Depardieu. Por supuesto que también habrá tiempo para rememorar al gran cineasta francés Jacques Demy, quien fuera pareja de Varda a los largo de casi 30 años.
Varda por Agnes en un acertado homenaje a una de las más grandes cineastas de la historia, adelantada en muchos aspectos y siempre vinculada al feminismo, sabiéndose hacerse un lugar en un mundo artístico dominado por hombres. Sus aportes a la historia cinematográfica han sido claves, y es parte de lo que la realizadora supo plasmar a lo largo de dos horas de duración. En casi la totalidad del filme, Varda logra demostrar más sus contribuciones artísticas, sus diversos y valiosos puntos de vista a lo largo de su trayecto, que el peso de su persona, el cual resalta por si solo. Otro rasgo interesante del documental en cuestión, es que la cineasta belga opta por citar sus películas y trabajos de manera no lineal, y eso le da un ritmo interesante a la obra. El punto en contra más evidente tiene que ver con la extensión; al margen de que estamos hablando de una trayectoria de más de 60 años, las dos horas de metraje terminan siendo un poco excesivos, y algunos aportes terminan siendo algo redundantes, dejando en claro que con varios minutos menos de duración la idea incluso hubiese sido aún más incisiva. Al margen, Varda por Agnes tiene un valía enorme y se refuerza a partir del inesperado fallecimiento de la emblemática realizadora, convirtiéndose en un sentido homenaje.