La extraordinaria Agnés Varda, directora de films emblemáticos como Sin techo ni ley, Cleo de 5 a 7 o la más reciente Visages Villages, murió en marzo pasado. Dos meses antes, presentó esta película como forma de despedida y, sí, de regalo de un legado. Es, entonces, un documental autobiográfico, en el que la cineasta más loca, activa, creativa y generosa comparte sus ideas sobre la realización. Que, por supuesto, son también sobre la vida. "Hay tres palabras importantes para mí -dice-, inspiración, creación y compartir". Las imágenes de su propio cine, combinadas con su propia imagen y su palabra, son, por supuesto, una masterclass. Y no sólo para cinéfilos.