¿Otra película de acción con Liam Neeson huyendo? Pues claro. Mañana se estrena “Venganza Implacable” de la mano del protagonista de la trilogía “Taken”, o “Búsqueda Implacable”. Implacable, implacable, implacable.
El film trata de Tom Carter (Neeson), un hombre experto en demoliciones que se dedica a asaltar bancos de una forma tan eficiente que gana atención en los medios: lo llaman “el Bandido que entra y sale” (“In ‘n Out Bandit”). Su estrategia lo hace ser indetectable. Sin embargo, un día, conoce a Annie Sumpter (Kate Walsh), que le hace querer cambiar su vida. Para esto, decide que es necesario confesar sus crímenes, y cuando lo hace, no es tan fácil hacer que las autoridades le crean, por la popularidad del caso en los medios. La evidencia de los robos desata una serie de problemas y persecuciones en donde Carter debe usar todas sus habilidades para que se sepa la verdad.
Estamos ante un film de pura acción, como casi todas las películas que Neeson protagoniza hace años. De más está decir que lo mejor en “Venganza Implacable” son los efectos especiales, escenas de persecuciones, coreografías de peleas, en definitiva, todo aquello que requiere un planteo casi exclusivamente técnico. Sin embargo, la película flaquea por varios lados, más allá de la horrenda (y oportunista) traducción del nombre al español latino.
Mi primera objeción con esta película es que, a pesar de contar con una buena e interesante premisa, con gran capacidad de profundidad emocional del personaje principal, castear a Liam Neeson es como intentar hacer ondas con una regla. Perfecto en edad, y para escenas de acción a las que nos tiene acostumbrados, pero a la hora de interpretar el trasfondo emocional de Carter, queda insulso y no genera ningún tipo de empatía.
Sin embargo, algo digno de recalcar es que el trabajo de Kate Walsh es impecable. Aporta validez e interpretación a un guion que no tiene gracia, y compensa la incapacidad interpretativa de Neeson. Además, a pesar de que su personaje no pincha ni corta, su actuación brinda credibilidad a la película. Su presencia es necesaria para aliviar la rigidez técnica constante que se plantea, que es lo único que da estabilidad a la trama, como dijimos al principio.
Mi segunda y más potente objeción es que en esta película no hay personajes femeninos que no sean intereses románticos de hombres; y sólo éstos son realmente relevantes para la trama. Las mujeres del film (solo dos; una, “la novia de”, y la segunda, “la esposa de”) sólo están para ser salvadas, estar quietas, huir, asustarse. La misoginia del guion se detecta a años luz.
Para terminar: personalmente, estoy cansada de las películas del estilo de “Taken”. El intento con “Venganza Implacable”, supongo, es repetir ese éxito, pero sumándole cierta profundidad emocional, que, desde mi punto de vista, no se logra. De hecho, es una apuesta que no han ganado, ya que desestabiliza la historia. Sin embargo, por más que no es una película memorable, se puede ver (aunque mi consejo es que si tienen ganas de ver una de Liam Neeson, hagan maratón de “Búsqueda Implacable”).
Por Carol Sang