Una vez más Liam Neeson ("Taken", "The Schindler's List" entre muchísimas otras) vuelve a jugar su eterno personaje de "vengador hábil" , y van...
No sabremos nunca si sólo le llegan este tipo de papeles o si son los únicos con los que se siente cómodo. Aquí es Tom Dolan, un ex-marine que sabe abrir cajas fuertes y fabricar bombas, cualidades que lo convierten en un ladrón capaz de entrar y salir ("The In and Out Bandit", denominación que lo ofende) con éxito de los bancos, ya que ha robado 9 millones de 12 bancos en siete estados durante varios años. Cuando busca guardar lo robado conoce a Annie (Kate Walsh), de quien se enamora y con la que sueña una nueva vida. Para esto planea que dejar su oficio, blanquear su identidad a Annie y entregar el botín a la Justicia, a cambio de una sentencia menor. El problema es que los agentes Sean Meyers (Jeffrey Donovan) y Samuel Baker (Robert Patrick) no creen en el llamado que efectúa al FBI, y envían a "negociar" a los Agentes John Nivens (Jai Courtney) y Ramon Hall (Anthony Ramos). Los codiciosos agentes, intentan quedarse con el dinero, por lo que el plan de Tom fracasa y las cosas se complican por demás. Con guión de Mark Williams y Steve Allrich y dirección del mismo Williams, hay persecuciones, tiros y peleas bien logradas como en toda película de acción que se precie de tal. Entretiene y Neeson es carismático, pero es una receta repetida y gastada, así que sepan que no hay sorpresas.