Venganza implacable es otro más de esta serie de thrillers protagonizados por Liam Neeson, donde se luce como un ladrón de bancos retirado. Dirigido por Mark Williams, lo acompañan Jay Courtney, Anthony Ramos, Kate Walsh y Jason Patrick, entre otros.
En esta ocasión interpreta a Tom Carter, un efectivo ladrón de bancos que toma la decisión de salir del anonimato y entregarse a la policía, para vivir con su novia (Walsh), después de cumplir una condena corta. Pero los policías a cargo del caso, (Courtney y Ramos), asesinan a su propio jefe con la intención de culparlo y quedarse con el botín. Razón por la cual el protagonista debe escapar de ellos, y demostrar su inocencia.
Lo más destacable de esta película es que está pensada para que sea protagonizada por Liam Neeson, ya que es ideal para reflejar los dos aspectos de su personaje, la frialdad precisa de un ladrón de bancos y la ternura de un hombre enamorado. A lo que se suma la crueldad con sus enemigos, una vez que se ve acorralado por esta situación injusta, con la que genera empatía con el espectador, ya que se le niega la posibilidad de redimirse.
Pero el principal problema de esta película es su escasez de escenas de acción, ya que Tom Carter no es una máquina de matar como el Bryan Mills de la trilogía de Búsqueda frenética, sino que es una persona común envuelta en una situación extraordinaria. Lo que hace que la trama se centre más en sus diversos giros y las relaciones entre los personajes que en los disparos, que son los justos y necesarios, ralentizando su ritmo, que puede no ser el esperado por el espectador que siente la necesidad de liberar la tensión generada.
En conclusión, Venganza implacable es otra película protagonizada por Liam Neeson, donde interpreta a un ladrón de bancos que busca redimirse. Pero al contrario de lo esperado, ofrece pocas escenas de acción, lo que hace que resulte más lenta de lo aconsejable.