En el 2015 Liam Neeson anunció que se retiraba del cine de acción luego de Búsqueda implacable 3 porque sentía que había cumplido un ciclo con el género.
Desde aquella declaración el actor volvió a protagonizar otras tres películas de esta temática hasta la fecha.
Una noche para sobrevivir, El pasajero (ambas dirigidas por Jaume Collet-Serra) y este año sumó a su filmografía Venganza.
Su nueva producción resultó interesante ya que Neeson interpreta un personaje muy diferente a lo que fueron los clones del ex agente de la CIA, Bryan Mills (Taken).
Un film muy particular que combina la típica historia del vengador anónimo con el cine gánster y la comedia de humor negro.
La historia es una remake de la película noruega In Order of Disappearance (2014), protagonizada por Stellan Skarsgard, que la crítica europea comparó con los clásicos de Charles Bronson y las historias de Quentin Tarantino.
A Neeson le gustó tanto el film que compró los derechos y convenció al director Hans Petter Molland para que realizara la remake americana de su propia obra (ver Dato Loco).
El hecho que la producción noruega no consiguiera una amplia distribución en Estados Unidos benefició claramente a la remake, ya que prácticamente es un calco de la original.
Las únicas modificaciones relevantes pasan por el cambio de escenario y el perfil del villano principal que en la nueva versión es más exagerado.
El atractivo de esta propuesta reside en la presencia de Neeson y el hecho que el director no se toma demasiado en serio el concepto de los vengadores urbanos.
Las situaciones absurdas junto con el humor negro y la violencia que se vuelve cada vez más grotesca con el desarrollo de la trama construyen un film muy entretenido para quienes busquen una propuesta de este género.
Algo que le valoro a esta producción es que no siente como otra copia más de Búsqueda implacable que era un problema que arrastraban los trabajos previos de Neeson.
El argumento funciona por momentos como una sátira de los típicos thriller hollywoodenses de venganza, con personajes y diálogos que de manera deliberada traen al recuerdo el cine de los hermanos Coen.
Dentro del reparto se destacan también Tom Bateman (Asesinato en el Oriente Express) en el rol de villano y William Forsythe, quien comparte algunos momentos divertidos con el protagonista, mientras que Laura Dern y Emmy Rossum quedaron relegadas en roles secundarios donde no tiene mucho para hacer.
Según Liam Neeson esta película representa su despedida oficial del género de acción. El tiempo dirá si cumple su palabra o en dos años lo encontramos en otra propuesta similar.
El Dato Loco:
Si bien no son frecuentes, los casos de directores que en el pasado filmaron dos veces la misma película cuentan con antecedentes famosos.
Entre algunos de los ejemplos más recordados sobresalen C.B.DeMille y las dos versiones de Los diez mandamientos (1923 y1956) ; Alfred Hitchcock en El hombre que sabía demasiado (1934/1956); John Ford con Judge Priest (1934) y The Sun Shines Bright (1953) y Michael Mann con L.A. Takedown (1989), que luego tuvo su remake en Fuego contra fuego (1995).