Con Venom Sony ingresa de lleno en el universo Marvel. Así que esta primera película, que se supone será el puntapié de una saga extensa y exitosa, más que contar una historia de acción, explicar y extender el origen de este ser extraterrestre, gelatinoso, que necesita un cuerpo para cobijarse y desarrollarse.
O sea que es un parásito.
¡No! No le digan parásito, porque Venom se pone de la nuca. Si tiene nuca este ser viscoso y oscuro que quiere apoderarse del planeta, por lo cual es un villano, pero en verdad va a ser bueno, porque hay otro alienígena o simbionte más malo y contra el que habrá que luchar.
Algún memorioso recordará a Spiderman pelando contra Venom en Spiderman 3, la última que Sony le dejó dirigir a Sam Raimi.
Aquí Venom le da superpoderes a Eddie Brock (Tom Hardy, que ya fue malvado como Bane en la última Batman de Christopher Nolan; o sea que jugó para DC Comics, la contra). Eddie es un periodista de investigación, tan pero tan bueno y exitoso que hasta tiene su propio programa de TV. Y cuando la señal para la que trabaja le ofrece hacerle una entrevista al multimillonario empresario Carlton Drake, y le pide que sea condescendiente, Eddie hace lo que sabemos que iba a hacer: lo destroza preguntándole por las personas que aparentemente pierden sus vidas en el laboratorio de Life, su empresa.
Eddie también pierde: el trabajo, obvio, lo mismo que su novia (Michelle Williams), que trabajaba para Life, y por lo que Eddie también la pierde a ella. La cosa es que la cosa extraterrestre -que ha llegado en una nave espacial propiedad de Drake, quien dice que busca en el espacio una cura para el cáncer, pero su propósito es bien distinto-, no siempre consigue cuerpos compatibles. Así que éstos, paff : revientan.
Pero el de Eddie, no.
Lo dicho, esta Venom es más una presentación de personaje que una aventura en sí misma. Hardy juega a la comedia (como en ¡Esto es guerra!, con Chris Pine), haciéndose el Chris Pratt de Guardianes de las galaxias, tal vez, pero no da ese tipo. Es un actor de carácter como lo hemos visto en Los ilegales, El renacido o Locke, pero tal vez para arriesgársela en una saga de Marvel creyó que debía componer un personaje freak.
A quienes vieron el trailer, les avisamos: es mucho mejor la película que los avances (suele ser al revés). No es una película larga y atención: no se vayan del cine ni siquiera cuando vean la escena post créditos. Porque la historia sigue. Y se sorprenderán. No hay duda...