Vera vive a la sombra de su famoso padre. Cansada de su vida y de sus relaciones superficiales, se adentra en la alta sociedad romana. Cuando en los suburbios hiere a un niño de ocho años en un accidente automovilístico, ella forma una relación intensa con él y con su padre. Pero pronto descubre que también en ese mundo ella es sólo un instrumento para los demás.