Nunca caerá
Verano del 79 (Le Skylab, 2011) es una comedia coral sobre una familia de la bretaña francesa con niños, mucha comida, vino, canciones y alegría. Narrada desde el punto de vista de Albertine (Lou Avarez), es a la vez un relato sobre la pérdida de la infancia.
La familia parisina y liberal de Albertine viaja a la bretaña francesa para festejar el cumpleaños de la abuela. Allí se reencuentran con primos y tíos olvidados en la campiña y con un mundo tan familiar como distinto. El almuerzo transcurre al ritmo del vino mientras se espera la caída del Skylab, la primera estación espacial estadounidense que según la NASA podría colisionar contra esa región del Oeste de Francia.
Bajo la dirección de la actriz Julie Delpy (Antes del amanecer, Antes del atardecer), la película guía la mirada hacia los pequeños detalles con una narración que se toma su tiempo para mostrar momentos dramáticamente intensos. Las diferencias político sociales funcionarán como telón de fondo para justificar las acciones y contar las historias de los personajes, pero nunca llegarán a picos conflictivos que precipiten un desenlace.
Como en todas las familias, en la de Albertine hay diferencias, entredichos, muchas risas y algunas envidias. Sin embargo en Verano del 79 la armonía prima por sobre todas las premisas. El conflicto sutil y por momentos silencioso, nunca termina de desarrollarse y explotar, por ello más vale entregarse al devenir de las situaciones y disfrutar de esas entrañables escenas que presenta, como el viaje en auto a la playa o cuando asisten todos los primos al baile sabatino.