Mucho ruido y muchas nueces.
Si algo recordamos de las entrañables Antes del Amanecer y Antes del Atardecer era justamente un elemento en común: eran deliciosos diálogos donde se decía mucho y no pasaba demasiado. La “ acción” transcurría en los nutridos diálogos de esos dos jóvenes idealistas primero y adultos reflexivos después, el esgrima verbal de sus interpretes hacia las maravillas de una audiencia que de una forma u otra buscaba reconocerse en esa pareja de enamorados espontáneos hermanados por el cielo europeo.
Julie Delpy una de sus protagonistas ahora devenida en guionista y directora, toma el mismo rumbo de Richard Linklater de decir mucho sin contar demasiado y lo circunscribe al ámbito familiar en la Bretaña francesa hacia finales de la década del setenta.
Allí, con la amenaza del Skylab (que se suponía que caería en algún lugar inminentemente), se reúne una familia disfuncional para celebrar el cumpleaños de la abuela Amandine (Bernadette Lafont). Este conclave familiar será la excusa perfecta para que se retraten los diversos estadios de la vida , sus dramas y los diversos enfoques sociales y políticos que cada persona desea darle a su existir.
Por un lado esta la pareja de Jean (Eric Elmosnino quien interpretara a Serge Gainsbourg memorablemente) y Anna (la misma Delpy) dos artistas liberales y combativos que llegan a la reunión con su pequeña Albertine (Lou Álvarez) quien deberá sufrir los embates de ser criada por dos almas tal vez demasiado libres.
Como buen convite familiar se verá atravesado por discusiones políticas, sentimentales, ideológicas y la inevitable reflexión sobre lo que somos y lo que podríamos haber sido. Todo esto se ve fielmente reflejado por la mirada de la directora que se mueve más que cómodamente en las aguas de las historias intimistas que en otro ambiente.
Y así nos muestra que más allá de las peculiaridades de cada familia lo importante es permanecer unidos , frente al mundo exterior. Como ocurre en la primer escena del film cuando desean sentarse juntos en el tren y la protagonista hace lo imposible por convencer a los demás pasajeros que le cedan sus asientos , la vida tal vez sea eso : acomodar el exterior de la forma que sea para que los mas cercanos conserven este carácter y así seguir viaje.
@Cariolita