Personajes y situaciones divertidas
tratadas con premeditada ligereza
Comedia. Comedia francesa. “Verano del 79” es una comedia francesa. Pero decir comedia a veces puede significar mucho y otras veces, como es el caso, muy poco. El gentilicio (francesa) tampoco suma demasiado, y a decir verdad puede dotar al film de connotaciones engañosas.
¿Entonces “Verano del ´79”qué es? Es la quinta película dirigida por la actriz Julie Delpy, y es una de las más sólidas en su carrera como directora. La misma retrata el fin de semana que Albertina, una niña de once años, pasa junto a sus padres, tíos, tías, primos y abuelas en la región de Bretaña con el fin de festejar el cumpleaños de su abuela paterna.
Uno podría tentarse de hablar de recuerdos, añoranzas y nostalgias del pasado. Pero nada más alejado de ello. El relato que nos propone Delpy apunta a fundirnos en una atemporalidad que se hace necesaria para sentir que lo que le sucede a los personajes, aunque pasado, está ocurriendo “aquí y ahora”.
Situada en un lugar bien distanciado de psicologismos y miradas compasivas, la realizadora francesa procura retratos simples y ligeros de una familia numerosa. Como ella misma afirmara en una entrevista, se trata de hablar de personajes y situaciones de forma divertida, con premeditada ligereza.
Aún sí es interesante ver como la producción retrata la niñez. No sólo las travesuras, la inocencia, los deseos y los miedos propios de una niñez serena, sino por sobre todo, la relación de los niños con los mayores y con sus padres en particular.
Lo mejor de “Verano del ´79” es reconocerse y reconocer a seres queridos que tenemos o hemos tenido en nuestra familia. En la película hay protagonistas (de hecho Albertina es la más clara protagonista de la historia) y hay personajes secundarios. Sin embargo, la diferencia entre unos y otros termina siendo algo insignificante, porque cada personaje es tanto lo que aporta con cada gesto, palabra o acción a la historia, que la ausencia de cualquiera de ellos atentaría en la configuración de ese exquisito universo familiar.
Ahora bien, nada de esto sería posible sin la calidad de actores aquí convocados, Eric Elmosnino, Julie Delpy, Bernadette Lafont, Emmanuelle Riva, etc. Gracias ellos, “Veranos del ´79” alcanza con creces el status de verdadera vivencia cinematográfica.
Lo reprochable de la película son las secuencias del tren- la del inicio y la del final- aquellas que muestran a Albertina adulta. Narrativamente no aportan nada importante.
Algo parecido ocurre con los exagerados parlamentos a favor de la izquierda, la liberación femenina y todos aquellos ideales gestados a la sombra del Mayo francés. Aunque apenas si entorpecen- como las secuencias del tren- la naturalidad con la que se cuenta el devenir de esos días de verano en Bretaña.