Verdad o Reto: Otra tonta película de miedo.
Blumhouse se destaca por producir grandes films de género, pero también, cuando la pifia, lo hace de manera monumental. este es uno de esos casos.
¿Se acuerdan de “Scream (1996)”, la saga creada por Wes Craven que reinventó el género slasher e incluso los films de terror? O, por qué no, esa saga casi interminable que comenzó con “Destino Final (Final Destination, 2000)”. Estos exponentes del género en el nuevo milenio no solo se supieron adaptar y crear una nueva forma de autoconciencia, sino que también, a sabiendas de ésto, no tuvieron pruritos en reirse de sí mismos. Incluso el opus dirigido por Drew Goddard, y producido y coescrito por Joss Whedon, “The Cabin in the Woods (2012)”, casi una enciclopedia autorreferencial del slasher que no se toma nada en serio, pero que precisamente por esto, es una obra de culto moderna.
En este milenio, además, apareció la productora Blumhouse, que con la saga de “Actividad Paranormal (Paranormal Activity, 2008)” comenzó a tener un nombre propio en lo que se refiere a calidad y bajo presupuesto; produciendo los últimos films de M. Night Shymalan o la reciente “¡Huye! (Get Out, 2017)”. Pero no todas son rosas en la industria, y sí, Blumhouse ha tenido varios traspiés, pero no tanto como “Verdad o Reto (Truth or Dare, 2018)”, la cinta que nos compete en esta ocasión: Olivia (Lucy Hale) junto a su grupo de amigos van de vacaciones a México y allí pasan los días como cualquier grupo de adolescentes. Sin embargo se encuentran con un extraño que los invita a realizar un juego del cual un demonio los perseguirá y no podrán escapar.
La premisa es interesante, pero ¿en qué falla Verdad o Reto? Principalmente en un conflicto que se reduce a interminables sucesiones de muertes (no explícitas) que no son originales, y más bien parecen sacadas de la saga Destino Final, de la que ya hablé anteriormente: cada participante que jugó en primera instancia el juego, lo seguirá jugando en el mismo orden ad infinitum, excepto que se niegue (algunos lo hacen) y entonces mueren (algunos lo hacen).
Y no solo ahí permanece la falla, también hay sub-tramas que no se desarrollan, malas decisiones a las que ya estamos acostumbrados y ni siquiera los scarejumps funcionan!! Las actuaciones no destacan para nada en una obra simple, donde ni siquiera la fotografía o banda sonora es algo rutilante. El director Jeff Wadlow (“Kick-Ass 2”) hizo lo que pudo con un guión flojísimo.
Verdad o Reto resulta un entretenimiento vacío que, si se hubiese tomado menos en serio su premisa, quizás hoy estaríamos hablando de otra manera de esta cinta que no pasa de ser otra paja en un pajar.