Verdad o reto es el claro ejemplo de recursos desperdiciados en un guión que no tiene razón de ser.
La productora Bloomhouse se ha convertido en una gran factoría, pero lamentablemente hacen películas geniales tales como la nominada al Oscar Get Out, y bazofias como este estreno.
Ojo que la premisa no es mala, pero su ejecución es demasiado pobre. Y, además, no cumple su objetivo principal: asustar.
Asimismo, son las arbitrariedades del guión la que la convierten en una mala película. Bajo la excusa del juego, el demonio obliga a los personajes a decir o hacer cosas que tienen un supuesto trasfondo dramático, pero que nunca llega a ser tal e incluso el espectador se puede reír de algunas secuencias por lo ridículo.
El director Jeff Wadlow (Kick-Ass 2) no logra una atmósfera siquiera interesante. Y hace un copy-paste (mal efectuado) de muchos de sus colegas.
El elenco también es bastante malo. Con la excepción de Violett Beane, quien viene trabajando mucho (y bien) en TV y tiene futuro por delante.
No hay más para analizar sobre Verdad o reto, tal vez pueda ser disfrutada por los fundamentalistas del género, pero aún estos tendrán sus reservas.