Spring Breakers
Un grupo de jóvenes se toman las que van a ser sus últimas vacaciones de libertad antes de tener que convertirse en adultos y -como suele ser el arquetipo de spring breakers en el cine- lo hacen viajando a México para emborracharse y divertirse durante una semana. La última noche antes de regresar a su rutina (que tampoco parece ser muy extenuante), conocen en un bar a otro muchacho que les propone conocer un lugar nuevo. Sin dar muchos detalles los guía hasta una Misión cristiana abandonada en el medio del monte, donde después de explorar un poco las ruinas los convence de jugar Verdad o Reto.
Como los personajes de las películas de terror parecen nunca haber visto ese tipo de cine, aceptan y por turnos se van desafiando unos a otros, hasta que al final de la ronda, el que los llevó hasta allí confiesa que el juego es mucho más siniestro de lo que parece: desde que aceptaron participar están obligados a jugar bajo pena de muerte y solo los llevó hasta allí para hacer más larga la ronda antes de que vuelva a ser su turno. Desde entonces el juego los sigue a todos lados, reclamando que cada participante elija Verdad o Reto y matando a los que se nieguen a jugar o fallen el desafío.
Dan ganas de mentir y que termine
En general los trailers toman un par de escenas vistosas para mezclarlas e insinuar de lo que se trata la película sin ser muy específicos ni revelar de más, pero el de Verdad o Reto en un minuto resume toda la primera mitad de la película, incluso en el mismo orden que finalmente tiene.
A primera vista la trama parece de una simpleza casi caricaturesca y poblada de personajes estereotipados sin ninguna faceta que los vuelva interesantes o carismáticos. Pero mirando con un poco más de profundidad, comprobamos que una caricatura al menos puede tener gracia en su chatura si no se toma a sí misma en serio. Ni siquiera hace falta ser un conocedor del género de terror para que los diálogos y situaciones sean fácilmente anticipables, todo sucede como se espera que lo haga según el manual. No construye tensión, no genera miedo y ni siquiera un recurso tan gastado como los intentos de sobresalto funcionan como pretenden de tan previsibles que resultan.
Rara vez este tipo de películas merece que se mencione su propuesta visual o las actuaciones de sus intérpretes, y por supuesto que no estamos ante una excepción. Además de ser visualmente intrascendente, los personajes son tan acartonados como los obliga un guion que al menos parece esforzarse en tener diversidad de estereotipos en su elenco.
Conclusión
Muy de manual en el peor sentido, Verdad o Reto no asusta ni divierte. Cada paso de la trama es previsible al extremo y se arrastra de un lugar común a otro haciendo que parezca que pasamos tres horas en la butaca.