Cine que atrasa. Mientras celebramos la renovación del género con productos inteligentes como “Huye” o “Un lugar en silencio”, la buena racha se rompe con un producto pensado para adolescentes sin pretensiones más que el entretenimiento.
Lugares comunes, obviedades, para una trama que reitera el juego como punto narrador de acción y que no logra trascender la simpleza y chatura de su propuesta.