DE ENCUENTRO FORTUITOS Y OTRAS HIERBAS
Caminar: trasladarse o moverse [una persona o un animal] de un lugar a otro mediante su propio medio de locomoción. Esta definición nos ofrece el diccionario del verbo caminar. Sin embargo, Veredas nos ofrece un sinfín de acepciones del término que resultan más oportunas a la hora de acercarnos a esta actividad tan cotidiana de nuestras vidas.
Dos jóvenes protagonistas, Lucía y Federico, realizan la acción de caminar que los lleva a reflexionar, cuestionar la dirección, cambiar el rumbo que poseen sus vidas. Además, el caminar por una Buenos Aires bohemia y bellamente retratada, lleva al encuentro de estos dos seres, que en un principio eran desconocidos. Huyendo de unos problemas, escondiéndose de otros, estos dos sujetos se ayudan en el deambular de un día que llevará a cambiar aquello que los atormenta y los detiene. A Lucía la frena la culpa, el seguir en una relación que ya no la llena pero que, sin embargo, no se anima a romper, lo que la lleva a esconderse, mentir y ocultarse. A Federico lo detiene el recuerdo de una relación recién terminada, la búsqueda de inspiración y la falta de motivación. Por una fortuita casualidad del destino, estos dos seres errantes se encuentran, y caminando por las veredas de una ciudad que los envuelve, logran encontrar la salida del callejón de sus problemas.
El film, además de estar primorosamente retratado, posee diálogos espontáneos, repletos de un humor sencillo y eficaz, que logra entretener de forma continua. Las actuaciones son correctas, frescas y divertidas, ensalzadas las mismas por personajes que se van encontrando en su deambular urbano, destacándose los de Julián Kartún y Paloma Contreras.
Veredas es una película sencilla, una comedia romántica esperanzadora que ofrece un final feliz de aquellos que tanto nos tiene acostumbrados el cine norteamericano. Sin embargo, este film que se aleja de la estética y las temáticas más realistas/documentales que predominan en el cine argentino y latinoamericano en general, constituyéndose en una bocanada de aire fresco en la oferta de producción nacional, abriendo el abanico de posibilidad de expectación y de géneros, sin que por ello se pierda calidad.