El segundo opus de Sergio Mazza, "Vergara", continúa (en cierta manera), con el interés que había mostrado el realizador en su documental "Natal": trabajar el tema de la paternidad y explorar que sucede con esa inquietud de traer seres al mundo, y acompañarlos en ese maravilloso trayecto. Marcelo Vergara (Jorge Sesán) es un hombre de convicciones.
Pero no está pasando un buen momento. Lo despidieron de un trabajo que lo apasiona, la radio... y ese momento se suma a una necesidad (o impulso) de consultar sobre su capacidad reproductora, porque él siente que ha llegado el momento de ser padre.. Sí, ese es su deseo.
Y se pondrá en campaña hasta toparse con una difícil verdad. El resultado de los estudios lo movilizará en forma, y afectará sus perspectivas personales e íntimas, provocando que nuestro protagonista comience a hacerse planteos que reconfiguren su vida personal.
Mazza moldea junto a Sesan, un Marcelo querible. Lejano, hostil, pero destacado. Y lo instala en un momento de su vida donde el cambio de rumbo se percibe inminente.
No es que Marcelo sea un sujeto plástico, justamente lo que creo que se intenta hacer, es mostrar este perfil de hombre, dentro de un marco lejanamente emparentado con el cine de Woody Allen.
No podría decir cuál es el tema de Marcelo. Pero sí se que que es un tipo honesto, duro, que merece ser escuchado. Tiene ciertos rasgos neuróticos y sus reacciones no son de las mejores... pero... La cuestión es que un amigo lo intenta ayudar y ponerlo al aire (en radio), para abrirle camino, pero la cosa termina mal y el pibe va a terminar laburando en el puerto.
Vergara se sentirá raro, pero a pesar de su momento personal, intentará dar respuestas a los interrogantes que le surgen en relación a temas importantes de su vida... Como pueda.
Podemos decir que "Vergara" es un film que tiene cierto estilo emparentado (en forma lejana), con las ideas de Woody Allen. Tiene su impronta jazzera en la estridente banda de sonido (que a mi no me parece una buena idea, debo reconocer), un personaje principal con problemas de relación y un entorno que mira con rareza, su singularidad.
Rodada en Rosario, chiquita pero sólida, "Vergara" es una propuesta ajustada que muestra que hay un cine distinto que se puede hacer en Argentina. Maduro y honesto, con una construcción de humor corrosivo vertido en pequeñas dosis homeopáticas que no me molestan, pero que si no entrás en la sintonía del film, quizás se puedan sentir un poco invasivas e incómodas. Pero es el tono del film, y si te prendés, entrás en su lógica y todo cobra mucho sentido.
Las actuaciones son adecuadas, siendo claramente el punto alto, Jorge Sesán en el rol de Marcelo. María Celia Ferrero (Laura) y Lautaro Borghi (Juan Pablo), suman desde sus papeles secundarios necesarios.
Más allá de eso, creo que Mazza suma puntos en esta ficción y consolida todo lo bueno que sabemos que puede generar. Quizás podamos revisar "Vergara" desde varias ópticas pero considero que es un paso adelante de Mazza en su carrera, sin dudas.